Tiempo de juego en familia y desarrollo de habilidades básicas
El juego en familia es una herramienta terapéutica valiosa. El tiempo que los niños pasan en casa durante los primeros años de vida es el periodo de tiempo donde se adquieren habilidades básicas que permiten desarrollar otras habilidades complejas y necesarias para su entorno social, comunicacional y educativo. Por lo tanto, el juego se categoriza como un mecanismo natural de aprendizaje de los niños puesto que a través de esta herramienta los niños exploran el mundo y aprenden las causas y efectos de sus conductas en el mundo que los rodea.
Es por eso que las familias deben conocer que el juego, y específicamente el juego que se realiza con cuidadores principales, papá y mamá permite desarrollar una habilidad imprescindible para el bienestar y desarrollo global. En el caso de niños con retrasos o trastornos del neurodesarrollo conseguir la conducta de juego es la ruta general de intervención puesto que se trabaja de manera progresiva las dificultades asociadas a la atención conjunta, intención comunicativa y la imitación.
Para poner en marcha esto es importante tener en cuenta la principal premisa, debemos enseñar a jugar, es decir como cuidador, padre o madre debes involucrarte en el juego y tomar una postura lúdica acortando distancias entre tu y tu hijo, es decir, jugar en el suelo, correr juntos, redescubrir el uso de un objeto, enseñar y modelar el uso de cada instrumento.
Es verdad, que leerlo suena fácil, pero como hacerlo si mi hijo tiene dificultades considerables de atención. Vamos a utilizar un ejemplo para centrar la idea: Imagina que estas viendo muy concentrado tu programa favorito y te están pidiendo atención o que ayudes en algo en casa, ¿Sueles hacer caso inmediatamente? Si la respuesta es no, probablemente lo postergas al final de tu programa favorito o simplemente estas tan abstraído que lo ignoras. Pero, si alguien se acerca a ti preguntando por el programa y empieza a darte datos e incluso a seguir la tertulia y se involucra en el desarrollo de tu visionado de la serie le hace mas caso e incluso lo haces parte de ese momento especial para ti.
Tomando el ejemplo, si quieres iniciar cualquier conducta de juego con tu hijo, debes empezar con la base llamar la atención y para esto es necesario involucrarse en el juego que él o ella este realizando sea cual sea; desde golpear objetos en la mesa o jugar a las carreras, solo a través de esa búsqueda constante de su atención como compañero de juego, con el tiempo vas a poder involucrarte, proponer rutinas de juego y desarrollar la herramienta mágica del aprendizaje “La imitación”.
Seguramente familiares, terapeutas, profesores y amigos te han dicho que debes reducir los tiempos de las pantallas a las que están expuestos tus hijos. Si bien es cierto existen muchas recomendaciones internacionales sobre el tiempo de uso que deben ser tomadas en consideración, eso no implica que los 30 minutos que debe usar al día la pantalla un niño menor de 5 años no debe estar supervisado.
Actualmente, en redes sociales a través de videos cortos y las diferentes plataformas audiovisuales que tienen videos que recurren a contenido violento, colores estridentes, cambios de luces rápidos, distorsión de imágenes, distorsión de sonidos que no son adecuados para ningún niño de ninguna edad, puesto que este tipo de contenido genera de manera indirecta la necesidad de seguirlos viendo, causando en tu hijo reacciones agresivas, de llanto o autoagresiones por no permitir usar el teléfono o cualquier pantalla. La mejor recomendación va a ser pantalla cero o al menos respetar los tiempos. Los tiempos que recomendamos los detallamos a continuación:
- En menores de 18 meses, se debe evitar el contacto con las pantallas a excepción de las comunicaciones con familiares o amigos mediante videoconferencias.
- Entre los 18 y 24 meses, los padres que deseen permitir el uso de pantallas deben hacerlo con programas de alta calidad y siempre en su compañía, desaconsejando el uso individual por los menores.
- Entre los 2 y 5 años, el tiempo de contacto con las pantallas debe estar limitado a una hora diaria con contenidos de alta calidad y en compañía de los padres, quienes ayudarán a comprender el mundo que les rodea.
- A partir de los 6 años, intentar conseguir un equilibrio adecuado entre el uso de las pantallas y otras actividades que puede realizar el niño y el adolescente fuera de la tecnología.
Evitar el uso de las pantallas en determinados momentos del día, horas de las comidas, tiempo de estudio o deberes escolares, un tiempo antes de la hora de dormir y la existencia de dispositivos fijos o móviles en el dormitorio. Impedir la presencia de pantallas, fijas o móviles, en el dormitorio; potenciar la actividad física y procurar un descanso nocturno suficiente.
Fuente: Council on Communication and Media. American Academy of Pediatrics. 2016.
Por lo tanto, que puedo hacer para reducir tiempos de pantallas. La respuesta es sencilla pero laboriosa, requiere de volver a conectar a tus hijos a los juegos físicos y los juguetes con sentido, es decir, saber escoger el juguete adecuado para mi niño según el rango de edad y las necesidades específicas y los intereses que vaya demostrando. También, puede elaborar rincones de juego en casa; como por ejemplo rincones de lectura, de música, de construcción. Básicamente es desarrollar áreas de juego que motivan la conducta de juego y la variabilidad de espacios en casa y para esto no se necesita muchos metros cuadrados, se requiere de una esquina de casa y mucha imaginación.
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